Historia
La formación continua, en nuestro país, surge en 1973 como parte de la Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio. En la decáda de los noventa se crea el Programa Nacional para la Actualización Permanente de los Maestros de Educación Básica (PRONAP), con el cual se establece una política educativa en materia de formación continua de maestras y maestros en el Sistema Educativo Nacional. Misión Contribuir a que el personal docente acceda y/o concluya programas de formación, actualización académica, capacitación y/o proyectos de investigación para fortalecer los conocimientos, capacidades y competencias a fin de contribuir al logro de la idoneidad en la función.
Contribuir al desarrollo de capacidades del personal docente con el propósito de mejorar la práctica docente, los resultados de aprendizaje de los/las alumnos/as mediante la Oferta de Formación Continua para mejorar su desempeño docente. Garantizar el establecimiento de mecanismos de vinculación, eficaces y eficientes entre las distintas instituciones, organismos y actores que concurren en la formación continua, a fin de posibilitar el acceso a servicios de formación docente de calidad, pertinencia, relevancia y equidad que contribuyan a mejorar su quehacer docente. Impulsar políticas y programas de formación continua, orientadas al desarrollo de los conocimientos y competencias profesionales de personal educativo de Educación Básica. Sus atribuciones se establecen en el Artículo 33 del Reglamento Interior de la SE.
Objetivo Con el PRONAP se gestan actividades regulares de capacitación, actualización y formación vinculadas con la promoción en Carrera Magisterial, y se establecen instancias estatales de actualización, así como 266 Centros de Maestros. En el año 2004, al sujetarse a Reglas de Operación, las entidades federativas iniciaron sus propios programas estatales, considerando sus necesidades, en un marco de federalización. A partir del 2005, la Dirección General de Formación Continua de Maestros en Servicio (DGFCMS) adquirió un carácter normativo y estableció una relación de apoyo a los equipos estatales responsables de la formación continua.
La constitución del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP) en 2014 apuntaló la articulación de los esfuerzos desde la educación básica hasta la superior para la profesionalización docente. Con la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la reforma al Reglamento Interior de la Secretaría de Educación Pública, del 8 de febrero de 2016, en particular el Artículo 33, se le atribuyó a la Dirección General de Formación Continua, Actualización y Desarrollo Profesional de Maestros de Educación Básica (DGFC), entre otras funciones, la regulación del “Sistema nacional de formación continua, actualización de conocimientos, capacitación y superación profesional para maestros de educación básica”.
Con la reforma educativa de 2019, la actual administración (2018-2024) reconoce la función esencial del magisterio en la transformación social y su revalorización, lo que implica el fortalecimiento de la formación continua y el acceso a un sistema integral de formación, capacitación y actualización. En el marco de la construcción de la Nueva Escuela Mexicana, y para garantizar la excelencia en el aprendizaje de niñas, niños, adolescentes (NNA), desde la DGFC se ha impulsado el trabajo colaborativo entre maestras, maestros y directivos, a través de un esquema de formación docente entre pares y en colegiado, con el propósito de reflexionar respecto a los procesos de enseñanza-aprendizaje, considerando las realidades económicas, sociales y culturales de las diferentes regiones del país.